Una de las formas más directas de identificar los recubrimientos de carburo de tungsteno es realizar una prueba de dureza. El carburo de tungsteno tiene una dureza extremadamente alta, que suele alcanzar los 70 HRC (dureza Rockwell) o más. Por lo tanto, la dureza del recubrimiento se puede probar utilizando herramientas como el durómetro Rockwell.